Adiós. Buena Suerte
Así es como él solía despedirse.
Por mucho tiempo lo creí un alma gentil. Luego en un momento creí que me equivoqué. Lo creí todo lo contrario, por el daño que causó.
Hoy sano. Hoy sanando mi herida, mi pasado y mi futuro voy entendiendo... que nunca dejó de ser un alma gentil. Está contaminado, si. Está perdido en el mundo y atacado por muchos factores internos y externos... pero no deja de ser gentil.
Se enamoró del amor. De su idea del amor y del romance, desde que tiene memoria.
Yo absorbí toda esa ilusión, completa. Embebí en mi escencia su idea del amor. Traté de ser su mujer ideal. Traté de cumplir su fantasía de amor romántico. No tenía nada mejor que hacer, al parecer.
El problema fue... que no lo soy. No soy una ilusión ni una fantasía. Soy real. Vaya, si hubiera sabido antes, lo real que soy... Soy fuerte y determinada, rujo como un león hambriento y decidido. Yo no era alguien para ser puesto en un pedestal. Y él no era alguien para poner los pies en la tierra.
Hoy nuestros caminos están separados. Yo ya no me cruzo en su camino, él ya no entorpece el mío. Que pena me daba... que sea así. Yo sólo quería avanzar, quería lograr cosas y tenía tanto empuje que lo arrastraba a él conmigo, hacia adelante. Pero él no quería eso. Él no queria vivir ni "avanzar". Él sólo quería paz.
Paz...
Recién hoy, luego de separarnos, conozco lo que es la verdadera paz. Naturalmente, yo no lo entendía. Porque yo tampoco tenía paz. Pero no nos dimos cuenta. De muchas cosas no nos dimos cuenta.
Hoy las dejo descansar... hoy me siento inspirada y hoy... voy a dejarlo ir.
A todo el rencor... a todo el dolor... a todos los reproches, todas las quejas, todas las carencias, todas las cosas tristes... las dejo descansar en paz.
Te amé.
Te amé sinceramente y con todo lo que tenía para dar.
Sé que vos también a mí. Gracias.
Gracias por haberme demostrado tu amor como pudiste y como te salía. Gracias por todo lo que hiciste, incluso si no siempre fue lo que yo necesitaba. Gracias por haberlo intentado. Gracias por haberlo intentado a mi lado, una y otra vez, al igual que lo hacía yo. Gracias por haberlo hecho todo, todo lo que pudiste, todo lo que te salía. Ya no discutiré quien dio más o menos. No voy a discutir si vuela más alto el ágila o el gorrioncito. Vos lo intentaste. Lo diste todo. Yo lo sé. Y lo agradezco.
Hoy conozco como quiero ser amada. Hoy sé lo que necesito y lo que no acepto. Por eso hoy puedo comunicarlo. Antes no sabía, y es válido. Es válido que no hayamos sabido. Es válido que nos hayamos amado de formas que nos lastimó.
No hubo malicia.
Así lo creo y lo sostendré hasta mi muerte. No importa lo que nadie diga, no importa si mi mente trata de confundirme a veces, no importa si mi dolor quiere engañarme y acusarte de cosas sólo para facilitarme un atajo hacia una sensación de sanación... no... No hubo malicia. Estoy segura de que así fue.
Te libero. Te suelto del rencor. Te libero del dolor. Y sobre todo... te perdono por no hacerte cargo de lo que te tocaba. Ni antes, ni ahora. Te acepto como alguien incapaz de hacerse cargo de sus acciones por el momento (algún día podés aprender, te deseo que así sea). Te perdono por victimizarte y por hacerme responsable a mi de tu propia vida. Yo también me victimicé por momentos. Yo también me escondí en vos, sin darme cuenta. Te perdono por seguir haciéndolo en el presente y te deseo sanación, deseo que algún día te liberes de esa narrativa. Yo lo pude hacer y creo que todos pueden, vos también podés liberarte. Te perdono por haberme sacado en cara cosas inaceptables y te perdono por no haber sabido actuar de una mejor manera. Y te agradezco, por todo lo bueno y lo lindo que me diste.
Y me perdono.
Me perdono por haberte dejado tratarme de esa manera sin darme cuenta. Me perdono por no haberme querido antes como me quiero ahora. Me perdono por no haber pedido lo que necesitaba, por no haber invertido en mi. Me perdono por haber estado mas pediente de tu bienestar que del mío. Me perdono por haberme perdido... distraída con tu dolor y tu sufrimiento. Me perdono por haberte puesto primero y descuidarme a mi. Y te perdono por haberlo aceptado. Por no haber sabido que eso estaba mal y no haberme detenido.
Nos perdono a los dos juntos. Por haber sido tan inocentes e inexpertos de la vida que hicimos todo mal. Nos perdono por haber sido exagerados. Por haber sido ansiosos. Por haber sido extremos. Por habernos dejado consumir por el drama. Por aislarnos. Nos perdono por haber insisido donde habia que soltar y haber soltado donde habia que perseverar. Nos perdono por todos los errores... por todos. Porque no hubo malicia. Porque errar es humano y es la forma de aprender.
Y te aseguro que aprendimos. Desconozco si vos lo hiciste... no sé que será de vos ahora. Pero yo al menos, aprendí. Aprendí tanto... y por eso agradezco.
Algunos dicen que vivimos lo que necesitamos vivir. Yo a veces no creía en eso. Yo llegué a enojarme con esta historia. Pero hoy estoy en paz.
Hoy decido estar en paz.
Y por más de que nadie va a leer esto, es una forma de decirlo publicamente. Es mi forma.
Buena suerte en tu viaje. Gracias por todo. Perdón por todo. Adiós.
Aras Niats.